Salvo por el ya clásico inconveniente de la camiseta oficial que se incluye en la bolsa del corredor, que supone que difícilmente la conseguirás de tu talla si vas a por el dorsal el mismo día de la prueba, sigue siendo un ejemplo de organización y saber hacer las cosas. Máxime cuando ya se sobrepasan los 8.000 inscritos, lo que supone un importantísimo esfuerzo en la preparación y logística de un evento realmente multitudinario.
No cabe duda que los años de experiencia que acumulan los del Club de Atletismo de Santa Pola, es un plus a su favor, pero también es verdad, que no siempre las cosas salen como uno quiere. Otro año más, la Media de Santa Pola se ha situado en un lugar de privilegio que la hacen ser una referencia a nivel internacional.
Muy bonita la composición de nuestro amigo Carlos Ros con el cartel de la prueba...
Por eso, no entiendo que se reincida, un año más, en el problema de la camiseta, cuando es muy sencillo de solución. Tan solo con solicitar al corredor, al inscribirse, que elija su talla, y que ésta se reseñe en el certificado que se presenta al retirar el dorsal, es suficiente para saber cuántas y de qué tallas hay que encargar, para que cada uno pueda llevarse la suya, y todos contentos. Solo esta incidencia los deja rozando, pero sin llegar, a la excelencia organizativa. A ver si toman nota para el 25 aniversario.
A cambio, he de reconocer que la medalla de finisher de este año es una de las más bonitas que se incluyen en mi colección. Incluso más que las de muchas maratones internacionales. A las pruebas me remito...
En cuanto a la carrera, ya había descartado disputar ni mejorar marca, así es que se trataba de rodar, probar ritmos, y acumular kms. Así lo hicimos Riqui y yo. Salimos con la marea de corredores del cajón de 1:20 1:30, a buen ritmo, marcando los primeros 3 kms a una media de unos 4:10 min/km. Viendo que ese podría suponer nuestro suicidio, optamos, sensatamente, por relajar y estabilizar en los 4:20 - 4:25 más acordes con nuestras pretensiones y posibilidades a estas alturas de la temporada. Así marchamos estupendamente hasta el km 12 aproximadamente, donde el viento de cara nos castigó hasta que conseguimos encontrar refugio entre los edificios.
Y aquí estamos en el control del km 10...
Llegando al km 15, Riqui se relajó un pelín y fue cuando yo decidí seguir marcando un ritmo estable y apretar hasta el final si las fuerzas me acompañaban. Efectivamente, pude seguir entre un grupo de corredores que me hacían de pantalla en las zonas más complicadas de viento, y al coger la vuelta, ya a favor, apreté hasta meta, comprobando que las piernas me respondían bien y que podía marcar, de nuevo ritmos de 4:10, y esprintar durante casi el último km, por debajo de 4:00. La alfombra de meta, que según mi Garmin y el de muchos compañeros estaba a unos 250-300 metros más allá de la distancia real, la crucé en el 1:32, muy contento y con buenas sensaciones. Riqui apareció un par de minutos después, y José Manuel en el 1:44.
También estuvieron otros amigos y compañeros del Mandarache, como Raúl Guevara, Mateo Pesquer, Carlos Ros, Pierre Lalsing y Mercedes Merino, que consiguió un podio más, al hacerse con el segundo de su categoría. Además, el día anterior se le dio el reconocimiento por haber logrado ser la ganadora absoluta de la Liga Running. Bravo campeona!!
El domingo a Cehegín, a la Media de Montaña contra la droga, a ver qué nos encontramos por allí.
Ya os cuento. Ciao