Pues sí, ya puedo afirmar que este fin de semana he terminado congeniando con dicho ser (Félix tenía razón casi me quedo por allí).
Efectivamente, el trato que me ha dispensado el Yeti en Sierra Espuña ha sido muy cordial, y por eso he conseguido mi primer objetivo de la temporada, con un resultado todavía mejor de lo esperado en la YETI TRAIL, que se estrenaba este año con la Primera Edición.
Al final, los resultados han sido los siguientes:
- Tercer Clasificado Veterano en la YETI RUN
- Primer Clasificado Veterano en la YETI BTT
- Primer Clasificado Veterano en la YETI CHALLENGE
Os cuento, el sábado 27, a las 8:00 de la mañana, a correr, con un frío de pelotas y lloviendo, se iniciaba la carrera a pie. Una auténtica carrera de montaña. Pongo el perfil para que tengáis una idea, pero con los casi 2.500 metros de desnivel positivo, y en 45 Kms reales (no los 41 que decía la organización), se puede uno imaginar la dureza extrema de la prueba. Las piedras, por la humedad, eran auténticas pastillas de jabón, y si no las pisabas, la alternativa era el barro. Es cierto que era mi debut en este tipo de carreras (de montaña), porque la Ruta de las Fortalezas no tendría esa consideración para los más puristas. El caso es que nunca antes me había torcido el tobillo tantas veces, además de caer en una ocasión, pero sin consecuencias. Al final 5:57 es el tiempo que creo marqué con el chip en la alfombrilla.
Sin embargo, bien porque estoy más hecho a ella, bien porque el día ha amanecido estupendo, la carrera de BTT del domingo 28 ha sido, comparado con la anterior, coser y cantar, y eso que me he pegado dos guarrazos (sin consecuencias). Es lo que pasa cuando vas tan al límite y el cansancio hace coctel con un terreno tan húmedo. Además, un recorrido más corto que el de la Run, y en buena parte conocido, me han ayudado a conseguir terminar en poco más de dos horas y media. Al parecer, muchos se han extraviado por un supuesto problema con la señalización, pero hay que ser un poco cazurro (algún día me pasará a mi por hablar), pero si vas pendiente de las señales no debería pasar eso, porque en cuanto dejas de ver las balizas ya sabes que te has pasado, y debes retroceder hasta encontrarlas. Como mucho, te puede costar hacer 200 o 300 metros de más, que no es grave, pero nunca kms y kms como protestaban algunos. El recorrido muy completo, con zonas de pista más ancha, con subidas duras, y otras zonas más técnicas con senderos emboscados de gran belleza, terminando con la Rambla de las Brujas. Para mi gusto, perfecto. El perfil de la bici es el que pongo a continuación.
En definitiva, un fin de semana deportivamente duro, pero con la satisfacción del objetivo cumplido, y más que contento por haber logrado los puestos de podio en las tres modalidades. Va por vosotros, los amigos de LA MOTA, el CLUB A. MANDARACHE, y todos los que me siguen en el Blog. Eso sí, las piernas las dejaré mañana en el masaje para recogerlas cuando acaben con ellas, porque no quiero estar allí cuando me las toquen.
Ahora a descansar y recuperar durante un par de semanas, pasar por el Centro de Hemodonación (lo pongo fácil, pero no quiero chistes, es para lo que es), y volver a la actividad a mitad de diciembre para hacer alguna Media Maratón del calendario levantino...
Ciao