martes, 28 de septiembre de 2010

"MARATÓN DE BERLÍN, EL MÁS RÁPIDO


Para mí lo ha sido, como también lo fuera para el recordman mundial Haile Gebrselasisie, que tiene parado el crono de esta distancia en Berlín en 2:03, desde el 2008.

A pesar del frío y de la incómoda lluvia he conseguido el objetivo de mejorar mi marca personal, arañando 3 minutos al Maratón de Valencia de este mismo año. Está claro que los colores del Mandarache me traen suerte.

Es verdad que las sensaciones en las vísperas eran buenas, con buenas referencias, buen peso, pero también que no había dedicado tiempo suficiente a la carrera, porque desde que volviera del IR de Regensburg, me había dedicado más bien a hacer (deportivamente) lo que más me apetecía, y era salir con la MTB, con lo que había conseguido un punto gracioso sobre la bici, a costa de la carrera, que como se sabe, no tiene más secreto que entrenar haciéndole kms a las zapatillas. Así las cosas, durante las tres últimas semanas, de las que solo cuentan las dos primeras porque la última es para asimilación y descanso, pude hacer unas sesiones de calidad, con series y carreras a ritmo, principalmente, en la cinta del gimnasio, que aunque pueda no ser el lugar más idóneo para estas cosas, sí que lo es para controlar la velocidad y los tiempos, fundamentales para abordar objetivos en el límite de tus posibilidades. Definitivamente, el caso es que el entreno ha dado su fruto, y que el domingo pude entrar por la Puerta de Brandemburgo en los 3:15 deseados.

En el siguiente enlace está la información del Garmin 310XT (por cierto, a muchos corredores nos salieron marcados por el GPS, más de 500 metros de más. Será que esta sofisticada y cara tecnología también falla): Real Berlín Marathon 2010

Y estos, los datos oficiales de la Organización, con los correspondientes parciales:

El frío y la lluvia no fueron mi mejor compañía, porque aunque reconozco que una temperatura fresca es óptima para la carrera, yo sigo prefiriendo que el termómetro se acerque más a los 20º que a los 10º, y por supuesto, que me supriman la lluvia, que la detesto. A pesar de todo, el circuito, como todo el mundo sabe y por eso es allí donde está el record del mundo, es rápido, muy rápido. Yo personalmente (y ya tengo unos cuantos), no conozco otro igual. Es perfecto para mejorar la marca personal. Realmente parece como si durante todo el recorrido tendiera hacia abajo, con tan solo un par de mínimos repechos, que enseguida están compensados con otras bajadas que siempre parecen mucho más largas y pronunciadas. Solo en los últimos Kms tienes la sensación de estar corriendo en llano, pero en esos momentos, cuando el cansancio hace mella y es la cabeza la que obliga a las piernas, los gritos del numeroso público, que aguantaba animándote en todos los idiomas a pesar de la lluvia, te daban alas para seguir hasta el final, el arco de meta, situado a unos casi 200 metros más allá de la famosa Puerta de Brandemburgo.

El campeón de esta edición, el keniano Patrick Makau pisando la línea de meta:

Objetivo cumplido. Estoy verdaderamente satisfecho, y soy consciente de que ahora sí estoy tocando mi límite en esta distancia, y que como he contado en otras entradas, para mejorarlo tendría que dejar de entrenar las otras disciplinas y dedicarme solo a la carrera. Quizás, algún día...

En esta, en el recinto (de un antiguo aeropuerto de la parte occidental) de la impresionante Feria, en la víspera, donde te podías volver loco viendo lo último sobre running.


Y ahora, a centrarme en el calendario de las pruebas del Duatlón Cross de la Federación, porque este año intentaré hacerlas todas y puntuar en la clasificación general de mi categoría (Clancos).

Ciao