miércoles, 4 de agosto de 2010

" REGENSBURG SE ESTRENA CON UN ESTUPENDO IRONMAN



Y digo esto no solo porque lo terminara en buenas condiciones y dentro de los márgenes de tiempo previstos (incluso algo mejor), 11:43, sino porque verdaderamente la antigua cuidad de Ratisbona y su entorno, han sido el escenario perfecto para esta prueba, de la que también tengo que elogiar su buena organización y el magnífico trato dado a los deportistas.




Cuando unos 2.300 participantes y su material se concentran para tomar parte en un evento de este tipo, o todo está muy bien previsto y organizado, o puede salir un auténtico churro. No ha sido el caso, y aunque desde el principio tenía ciertos recelos por el hecho de encontrarse las transiciones en lugares distintos, lo cierto es que toda la maquinaria funcionó a la perfección, como un reloj, y no he encontrado motivo alguno de reproche, sino todo lo contrario. Muchos otros organizadores podrían aprenderse bien la lección, y en especial destacaré:

- En el segmento de natación, un circuito bien señalizado, que compensaba la salida masiva de los casi 2.500 participantes.


- En el ciclista, el tráfico cortado en todo el recorrido, la señalización perfecta, con personal en todos los puntos conflictivos, presencia policial, y jueces a troche y moche, y que penalizaban el draffting sin remordimientos (vi a un montón de triatletas en los penalty boxes, y a otros con el dorsal marcado), el paisaje muy variado y atención el paso por poblaciones SIN UN SOLO RESALTO!!!. Lo nunca visto.


- En el de carrera a pie, animación sobrada en los cuatro pasos por el casco urbano (casi la mitad del recorrido), donde la gente te anima por tu nombre, y te dan alas. En todos, y en especial en este, por el calor que podía hacer mella, los avituallamientos frecuentes y abundantes.




En cuanto a mi experiencia personal en la prueba, la natación me fue bien a pesar de mis limitaciones. Casi todo el recorrido acompañado por otros triatletas (es lo que pasa en las salidas masivas con tanto participante, y es que siempre hay muchos de todos los niveles, incluso del mío) recibiendo algún manotazo que otro, pero nada grave que me pudiera alterar, y yo a lo mío, hasta los 1:32 que salí del agua, mejorando en unos 10 minutos mi mejor tiempo. En cualquier caso, y por mi singular (mejorable) estilo de croll, poco cansado, pero harto de tanto nadar.


La transición tranquila, muy tranquila, unos 9 minutos para quitarme el neopreno, secarme, tomarme un gel, ponerme el mono seco, pañuelo soto casco, calcetines, zapatillas para la bici, casco, y a por la flaca.




Una vez dando pedales, compruebo que estoy muy entero, que la velocidad que me marca en los primeros Kms es buena, unos 35 por hora, y que el día evoluciona bien, con cielo despejado y sin viento. Pues eso, me acoplo en cuanto el circuito lo permite, y a adelantar posiciones, que bastante atrás he salido del líquido. En cuanto llegamos a los primeros repechos me alegro de haber elegido esta bici y no la cabra, que llevan la mayoría, porque subo cómodo, y en cuanto se pone cuesta abajo o en llano, también mantengo un buen ritmo y sigo pasando ciclistas. Una vuelta terminada, y comienzo de la segunda, ahora con la alimentación más frecuente, esta se hace un poco más dura, los kms se acumulan en el computador, pero también en las piernas, voy controlando todo el tiempo la velocidad media y compruebo que al final de la primera era de 32 km/h, y que ahora baja en cuanto me descuido, por lo que me tengo que emplear en cuanto la carretera favorece para subir la velocidad, pero aumentando la cadencia en lugar de abusar del desarrollo, que todos sabemos lo que toca después. Así hasta llegar a Regensburg donde se encontraba la T2 (no aparecía la puñetera). Finalmente, una media de 31 Km/h me deja bastante satisfecho con el segmento, ya que es casi la misma que hice en Barcelona con un circuito casi llano. Total pedales: 5:48 h.




Otra transición a mi estilo, muy tranquila, 8 minutillos, me quito el casco, los guantes, las zapatillas de la bici, los calcetines, y saco el otro material: zapatillas de correr (mis inseparables mizuno que iban a jubilarse en esta prueba), calcetines nuevos, que me pongo después de unos esparadrapos elásticos para evitar rozaduras y que tenía preparados (fueron perfectos), otro gel al cuerpo, me pongo las medias de compresión para cuadriceps que había comprado hacía una semana, brazalete con geles y glucosas, la gorra, gafas, dorsal para delante, y a correr.




Comienzo este duro segmento, el que probablemente mejor se acomoda a mis condiciones físicas, intentando encontrar mi ritmo, lo consigo, aunque con avisos de flato en cuanto me paso un poco, no obstante sigo adelantando a corredores, incluso a otros que ya me llevaban una vuelta de ventaja. En total son cuatro, y te dan un ansiado coletero de color por cada una completada, y se pasa por el centro del casco urbano en otras tantas ocasiones. Yo había concretado con Elena el lugar por donde podía esperarme, la calle Goliat, y allí estaba, con su bandera de España, inconfundible, me ve, se sonríe, con una mezcla de alegría y tranquilidad (ya sabe que estoy entero), y me anima, así van transcurriendo las vueltas, que verifico en mi reloj, y que salen bastante regulares, en una hora cada una, aunque las piernas no sean las mismas en cada pasada (al final salieron 4:04 h). De hecho, cada vez veo a más triatletas andando, y llegando a la última veo a más de estos que corredores, por lo que sigo adelantando puestos, y con bastante ánimo, porque ya sé que voy a terminar y llegan esos últimos Kms en los que de verdad disfrutas en las pruebas de fondo, cuando sientes el ánimo de los que gritan tu nombre, y te emborrachas con un cóctel de alegría, endorfinas e isotónica... hasta la recta de meta, donde veo de nuevo a Elena, que se había trasladado allí, me paro, la beso, y a la alfombra, con otro reto IR conseguido.



Cambio de mono para la foto finisher dedicada al Club Mandarache, y fin de la historia, ahora a pensar en el próximo...


El resto, lo de después, han sido tres días estupendos de descanso y vacaciones en Regensburg con mi chica, y por cierto, con una agradabilísima sorpresa, al llegar la noche de la prueba al hotel, de pronto, veo que sale una cara conocida... pero si eres Bernardino (TALIN), el mejor blogger de las IR experiences, con sus chicas Zuri y Zoe, que se hospedaban en el mismo Hotel. Menudo sorpreson!! charlamos un momento, y quedamos para vernos al día siguiente, en el desayuno, con la foto de rigor. Si de su blog ya se desprende lo buena gente que son, ni os cuento lo que transmiten personalmente, una encantadora tri-family.


En resumen, y concretando el IR de REGENSBURG, ni un solo fallo, y eso que al ser la primera edición se supone que ha de mejorar en el futuro, por lo que lo recomiendo sin ninguna reserva a cualquiera que quiera debutar en la distancia, y/o disfrutar del IR.




Ahora, y como ya he descansado unos días mañana retomo el entreno suave y paulatino, ya que definitivamente he conseguido dorsal y voy a Berlín a correr su maratón en septiembre, y lo mismo intento mejorar mis modestos 3:18.

Ciao