Eso, que 55 no son nada, que es verdad que los años pasan, pero tranquilo, que es igual para todos, y en tu caso, quién lo diría puñetero.
Y como este comentario no es para adularte, ni mucho menos, no es menester recordar lo buena gente que eres, tu generosidad, y lo bien que ejerces como amigo de tus amigos. Tampoco es el momento de señalar tu gracia, tu simpatía, el buen humor que siempre te acompaña y tu característica risa contagiosa. En definitiva, ni mencionar, porque no viene al caso, lo bien que lo pasamos contigo. Y por supuesto, tampoco hablaremos de lo magnífico profesional que eres, trabajador incansable y responsable donde los haya.
Que no, que lo que procede es darte ánimos porque te ha tocado celebrar un año complicado. Supuestamente se inicia la carrera hacia los 60, y el comienzo de un declive físico ya imparable. Pero quien pueda pensar así, ni te conoce, ni tiene en cuenta que tú eres de una magnífica añada, y que provienes de una tierra especial, cuna de tíos duros, cuyo tránsito por esta vida no está marcada por el paso de los años, sino por sus ganas de vivir intensamente y de saber hacerlo muy bien. Un auténtico modelo a seguir.
Así es que tranquilo, que para empezar, todavía no has pasado de categoría (sigues en master 50), y aunque tu regularidad en las salidas de los miércoles y findes es dudosa, lo cierto es que sigues como hace diez años, dando guerra y haciendo todas las subidas, incluso las más duras sin rechistar (no como otros más jóvenes). Tan solo se te escucha de vez en cuando: ¡Os queréis cargar al abuelo! o ¡Quereis que aborrezca la bicicleta, pero no lo vais a conseguir!. Y es que son esos diez años los que creo que nos conocemos y coincidimos en esto de la bici de montaña (joder, cómo pasan), aunque a algunos nos haya dado el desvarío de practicar otros deportes. ¿Ves como es peor la crisis de los cuarenta y muchos?
Lo dicho, que esto no es "na", que si todo va bien, el año que viene, a Ronda, que la Legión y el Tragabuches te están esperando impacientes desde hace varias ediciones, y ya no tienes escusas, además, que si tú no vienes, Basti tampoco. Eso sí, hasta entonces, moderación en las comidas y en las bebidas, o por lo menos, si alguna vez se comete un exceso, aplica la ley de la compensación (si me paso un día, lo quemo otro con un poco más de ejercicio). Que como médico ya lo sabes tú mejor que nadie, que los análisis no engañan, y que en cuanto te pones unos días en serio con el ejercicio, te salen que no se los cree ni tu mujer, con unos resultados que parecen los de un chaval de 20.
En fin, en nombre de LA MOTA, que tengas un magnífico año, que no faltes a las citas, y que si hay que hacer una jugada ortodoxa, se hace, te llevas las cartas y los demás a perder, y eso sí, mucho cuidado, cuando te pregunten la edad, estás autorizado a mentir, y no por coquetería masculina, sino por lo desagradable de las dichosas rimas.
Un tirón de orejas colectivo.