Un lugar verdaderamente bonito, Interlaken (Suiza), entre Zurich y Ginebra, a los mismos pies de los Alpes, con importantes estaciones de esquí, que en esta época se tornan todavía más bonitas, con unos valles impresionantes, inundados de verde y salpicados de casitas de madera que parecen sacadas de los cuentos.
La prueba, muy bien organizada, y con dos partes bien diferenciadas, unos primeros 25 kms sencillos, por asfalto y pista, con un ligero desnivel positivo casi inapreciable, y a partir de ese punto, hasta el km 41, una pared de 16 km que acumulan los 1.500 de subida restante. El último km, se deja caer, por lo que se entra en meta corriendo. Es decir, conviene apretar al principio, porque al llegar a la pared del km 25, se anda, si o si. Resulta casi imposible el trote, ni tan siquiera ligero, ya que se avanza más andando que trotando, y hasta que se llega al km 41 se sube, sube y sube sin parar. El paisaje, a lo largo del recorrido, os podéis imaginar cómo va cambiando, al principio, por Interlaken a 500 metros, después, siguiendo el curso del río hasta Lauterbrunnen, por una pista con buen firme emboscada, y al final, el paisaje típico de alta montaña, sin vegetación, con los colosos a la derecha, imponentes, amenazando con sus glaciares, hasta Kleine Scheidegg, a unos 2.200 metros de altitud.
Mis tiempos, razonables, 4:41, lo que me colocó el 652 de la general y el 141 de la categoría, ya que no había preparado específicamente la prueba, y desde el IR de Bolton me he dedicado más a montar en bici de montaña que otra cosa, y el objetivo era correr según sensaciones, y como siempre, disfrutar. Así las cosas, llegué a la media en unos 1:40, reapareciendo la molestia del tendón de aquiles izquierdo, por lo que hasta el 25, precaución y cuidado en cada zancada, y a partir de ese, la auténtica subida, la que tanto gusta a los corredores de montaña, ya que hasta ese momento había sido todo muy "fácil". Verdaderamente era complicado encadenar más de 100 metros seguidos de trote, ya que el terreno no daba tregua, y cuando se suavizaba mínimamente, me era un suplicio arrancar y ponerme a correr (hasta eso habría que entrenarlo si se quiere hacer un buen papel en esta carrera). Además, a partir del km 36 me llegué a encontrar algo mareado, supongo que por el mal de altura, ya que las exigencias de oxígeno de las piernas generaban algo de déficit en la azotea, aunque nada importante, podía controlarlo y seguir el ritmo que me había impuesto.
En la foto superior, pasando por uno de los pueblos intermedios, cuando todavía se podía correr...
El ambiente y la animación a lo largo del recorrido extraordinarios, puede verse que hasta se llevaron unas vaquitas para salir en la foto. Todo un detalle...
Obsérvese el número de mi dorsal... no valen los chistes fáciles.
Entrando en meta, y frenando por la pendiente (alguno se esturreó en la alfombra del chip)
En la misma meta, con la medalla de finisher al pecho y el glaciar a mi espalda.
¿Carrera recomendable? Absolutamente, tan solo un pero, lo caro que es el país. La moneda suiza, el franco, se ha fortalecido con respecto al euro, y el transporte, comida, y alojamiento resultan prohibitivos. Con todo, merece la pena hacer una escapada y visitar esas tierras.
Los Alpes te observarán con su aire de superioridad. El Eiger, con sus casi 70 víctimas en su cara norte se alza amenazante, el Mönch lo acompaña al centro, y la doncella (Jungfrau) tampoco os dejará indiferentes con sus imponentes 4.158 metros. Es impresionante...
En este viaje hemos conocido y compartido experiencias con los amigos Juanma (valenciano), Josep (catalán), Carlos y Justo (madrileños), que también participaron con estupendos resultados.
En esta, con Juanma y Josep en la zona de Salida, en Interlaken.
En esta otra, el último día, Elena y yo con Carlos, Justo y Juanma antes del regreso.
Por otro lado, ya tengo medio diseñada la temporada y planificados los objetivos más importantes. En abril la Maratón de Londres, donde intentaré el asalto a las 3:00 horas, en mayo el IR de Lanzarote, y en julio el IR de Zurich. Espero que las lesiones me respeten, y para ello no disputaré más carreras que las necesarias, intentando hacer bastante volumen, pero sin forzar hasta que el calendario lo vaya aconsejando.
En esta, con Juanma y Josep en la zona de Salida, en Interlaken.
En esta otra, el último día, Elena y yo con Carlos, Justo y Juanma antes del regreso.
Por otro lado, ya tengo medio diseñada la temporada y planificados los objetivos más importantes. En abril la Maratón de Londres, donde intentaré el asalto a las 3:00 horas, en mayo el IR de Lanzarote, y en julio el IR de Zurich. Espero que las lesiones me respeten, y para ello no disputaré más carreras que las necesarias, intentando hacer bastante volumen, pero sin forzar hasta que el calendario lo vaya aconsejando.
Ciao.
