martes, 21 de febrero de 2012

MARATÓN DE SEVILLA... Y OLÉ!


Qué buen fin de semana relámpago más gracioso, para viajar, correr y disfrutar. La verdad es que todo ha salido a la perfección, y este es el relato:

El sábado, a las 9:00, como estaba previsto, rumbo a Sevilla, en mi coche, con Riqui y con José Quijada, éste último amigo del Maratón Cartagena que prefirió unirse en lugar de viajar solo como tenía previsto. El trayecto, largo, no dejan de ser 530 kms, pero la verdad es que se hacen cómodos y pasas la mañana charlando de las cosas que nos gustan a los tres, con parada reglamentaria, y sin darte cuenta, estás en el destino sacando las bolsas del maletero. El hotel, impecable, de lo mejor, y encima sin preguntarles (no sé qué nos verán) nos dice la chica de la recepción... ¿Vienen a la Maratón? Pues sí mi arma (como dirían ellos), y nos suelta que en lugar de a las 8:00, el desayuno estaría a partir las 6:00. Toma detallazo! y puestos, pregunto yo... ¿Y el check-out podrá hacerse un poco más tarde de las 12:00? Y nos suelta... Hasta las 15:00 para desalojar la habitación. El no va más, y encima la habitación confortable, ni un ruido de la calle, con tele de plasma y wifi.

Pues dejamos las maletas, aparcamos el coche, y a comer, un buen plato de pasta para las reservas en un italiano de Los Remedios, y a por los dorsales. Como José había avisado a un colega de Sevilla, donde él se alojó, vino a por nosotros a Triana en su coche y se ofreció de taxista. Nos llevó a comer, a por los dorsales, el regreso al hotel y hasta madrugó para acercarnos al estadio la mañana de la carrera. Mil gracias Juan. 


Lo único modesto, la Feria del Corredor, que podía haber estado un poco más... En fin, los patrocinadores y las marcas de running se lo pierden, porque este es siempre un magnífico escaparate. Con todo, y para que no se diga, Riqui y yo nos compramos unos calcetines de una buena marca de compresión, y que no digo hasta que no me paguen (que este rinconcillo es muy mío).


Ya pertrechados con nuestros dorsales, comprobación de chip correspondiente, regreso al hotel para dejar los chismes, y un paseo por el centro de la ciudad. Nos tropezamos con Xoan, del Pecabo. Menudo ambientazo por las calles de la hispalense! Gentes de carnaval se juntaban con corredores venidos de fuera y hasta con los nazarenos que preparaban los pasos de Semana Santa. Todo el mundo en la calle, y menuda tarde, qué luz y qué color...  especial, como el de la canción.




A las 20:30 estábamos cenando y a las 21:30 de vuelta a hotel para preparar el material. Que si hará fresco y me pongo térmica o no, que si gorra o gorro, que si medias de compresión, que si gafas claras u oscuras, el GPS, geles, glucosa... El ritual de siempre que a tantos os sonará. Todo a punto y a la cama para descansar.

A las 6:30 suenan los despertadores y al desayuno, zumo, cafetito, pan tostado, bollería, más bollería, más bollería... Quietoooooo!! Que vas a coger todo el peso quitado los últimos meses. Termino y a la habitación para descargar el peso innecesario. A las 8:20 llega José con su amigo y nos vamos al estadio. Qué emoción, ya van 12 maratones, y aunque no tenga objetivos ni marcas en mente, la verdad es que me pongo nervioso como si fuera la primera. Gran ambiente, y la mañana se va quedando perfecta. Aunque hace fresco, ha salido el sol, está completamente despejado y no hace ni una pizca de viento. Hacemos unas fotos, entramos al  estadio, dejamos las bolsas con ropa para cambiarnos en consigna, y al ruedo!! Allí, a escasos 15 minutos de la salida, pisamos el tartán, saludamos a algunos conocidos, y vamos colocándonos en un lugar intermedio.


Llega el aviso por megafonía y a correr!! Como nos habían dicho, algo de atasco para salir por el túnel del estadio, y por fin en la calle, dando las primeras zancadas y buscando un sitio donde coger el ritmo de carrera pretendido, el 4:55 min/km que nos llevaría al tiempo objetivo de Riqui y José. Como en los primeros metros, más bien kms, no se puede correr bien, compruebo con el GPS que tendremos que recuperar lo perdido, así es que en cuanto hacemos el primer giro y la zona se queda más descongestionada de personal, me pongo a ritmo de crucero, primero para recuperar algo del tiempo perdido, a 4:40, y enseguida, en cuanto el GPS me marca la media deseada, 4:50 - 4:55. Así todo el recorrido, muy llano, y llevadero, con amplias avenidas, calles rectas y bien señalizado, sin que el tráfico pudiera molestar en ningún momento. Pasamos la media en 1:44 según la organización, algo menos según el GPS, pero todo en orden, dentro de las previsiones. José va unos metros detrás, es su primera en esta distancia y sabe que no se debe cebar, sino encontrar su ritmo, aunque nos sigue todo el tiempo.


Nada reseñable, salvo que poco antes de picar la media, vemos una cara sonriente y familiar entre el público de la derecha... Caramba, es el Risitas, que anima a los corredores y añade cachondeito del sevillano, choca la mano de uno y suelta... Me ha quitao el anillooooo. Casi tenemos que pararnos de la risa.


A estas alturas el paquete está formado, vamos siempre con los mismos corredores, me adelanta, lo adelanto, pasan los kms y las piernas empiezan a dar aviso de fatiga. Km 24, km 28, vamos Riqui, ya llevamos dos terceras partes, la media es de 4:55, perfecta, km 30... ¿Dónde está el muro? Nos lo han quitado, vamos bien, Km 32, 35,  y las cosas empiezan a ponerse algo feas, Carlos tira tu que puedes... Ni hablar, vamos juntos, km 37, solo nos queda un 5000 de ná, y entramos en el tiempo, pero hay que regular, km 39 y nos pasa una grupeta que luego supimos que era el globo de 3:30 (pero sin globo), km 40, último avituallamiento y como Riqui se había retrasado un pelín, cojo isotónica y me subo a la acera a esperarlo... no viene, no lo veo... ¿Se habrá parado? Sigo esperando, estiro para no enfriarme, y nada, cinco minutos y ya sospecho que ha pasado sin percatarme. Cago en to, la idea era entrar juntos, como siempre. Pues no me queda otra, al Estadio a to trapo. Ni idea de la gente que pasé en esos dos últimos kms, lo que sé es que el GPS me marcó la última vuelta a 3:45, y que pisando la alfombra de meta cogí a Riqui, que, efectivamente, se me había escapado en el avituallamiento. PEPEEEEEE! Estoy aquí, 3:30 en el crono del arco y 3:29 reales... RETO CONSEGUIDO!!


Toalla hermosa, medalla finisher XL y a esperar a José Quijada, que tardó solo cinco minutos. Nos perdió en el km treinta y tantos, picando en el 3:34. Toma debutante... ¿Dónde hay que firmar?


Recogemos la ropa, nos abrigamos y para fuera, buscamos taxi, imposible, el tráfico sigue cortado... Mira, preguntemos a la Policía Local, Agente, por favor... ¿Para coger un taxi? Ni de coña, pues no queda otra... ¿A cuanto estaba el Hotel? Pues a unos 5 kms... Pues andandico, y al final, al trotecico, por si faltaba poco... Riqui, te ha salido casi la distancia de las Fortalezas, jeje, no hay mal que por bien no venga.

Ducha, y jartá a montaditos en un bar típico de Triana, cafetito y al coche... Cenando en casa. Hasta el año que viene.


Ciao