Otro fin de semana a cuestas, y cuestas son precisamente las que nos encontramos en la ruta del sábado por Sierra Espuña.
Sin más participación que la del que suscribe, Joaquín, su hijo JJ y el amigo Herrera (los demás de espantada postferia) nos plantamos, como estaba previsto, a las 9:00, en la Ctra. del trasvase para hacer una ruta clásica por esta querida Sierra, que nos esperaba desde hacía mucho, y que con las lluvias caídas durante la semana, había recobrado todo su esplendor. Un día de lujo para disfrutar del MTB.
Empezamos calentando en llano, por la carretera del trasvase, en dirección a Totana, unos 9 Kms hasta un puente, a la derecha, para iniciar la subida por un tramo inicial de asfalto, que pronto se convierte en pista ancha y que inicia el primer tramo de ascenso. Enseguida se divide, siguiendo el del centro, que luego tiende a la izquierda donde hay que estar atento para torcer a la derecha y cruzar la primera puerta de entrada al Parque. Un tramo duro, pero corto, enseguida el embalse, que se bordea por la izquierda y para delante, otra subida en pista un poco suelta y después de un par de tramos más duros, desvío a la izquierda por la primera senda, un pasillo estrecho flanqueado por matorrales, romeros, etc que hace nuestras delicias haciendo sonar los radios de las ruedas al paso, mientras serpentea con un ligero ascenso que se endurece mínimamente en las curvas de 360º. El terreno perfecto, húmedo, pero sin barro, con la mejor tracción, y así hasta llegar a una de las pistas principales de subida a la Sierra desde Totana, conocido como el Camino de los Algarrobos, que nosotros hacemos hacia abajo (como en la marcha que organizaba el Club de Alhama), saliendo del Parque por otra de las puertas de acceso, hasta la casa Forestal Morti que queda pegada, y a mitad de camino, de la Ctra Totana a la Santa.
Desde allí, a la derecha, por otra senda de subida un poco más exigente que la anterior, creo que se conoce como la subida del Purgatorio, pero que, sabiéndola dosificar, no requiere de plato chico en ningún momento. Calculo que son otros 8 - 10 Kms, hasta un descanso en una casa de campo aislada con huerto, que nos queda de camino y donde siempre hacemos un alto para repostar.
Con la correspondiente barrita energética en el cuerpo, retomamos el camino, siguiendo el sentido que llevábamos, hasta cruzar otra reja que delimita el Parque, y torcer a la derecha, en este caso para seguir una de las pistas que viene de Aledo, y que nos llevará hasta el primer Mirador (en realidad es un puesto de vigilancia, que consiste en una pequeña construcción en alto, blanca, que los días despejados puede distinguirse desde la antigua carretera general, o desde la Autovía, entre Alhama y Totana). Para acceder al camino que nos lleva al mismo, hay que dejar la pista principal y desviarse a la derecha, encontrándonos, enseguida con otro tramo exigente al final, pero con recompensa al esfuerzo, porque las vistas desde allí son extraordinarias. Como tuvimos un día tan despejado y claro, pudimos ver el mar, además de todas las poblaciones de alrededor (Totana, Alhama, Aledo), un lujazo.
Regresamos por el mismo camino hasta la pista, y la seguimos, llegando a uno de los valles de la Sierra, que se bordean en un tramo largo pero semi llano, de tierra rojiza, que nos permite llevar un buen ritmo y trazar las curvas, rápidas, y sin peligro. Bueno, yo tuve que corregir y derrapar con la rueda trasera en un despiste o más bien exceso de confianza, también propiciado por el desgaste de la cubierta.
Sin dejar esa pista en ningún momento, e ignorando los demás cruces, llegamos como estaba previsto, a la carretera que sube desde Alhama al Centro de Interpretación, antes pasando otra reja del Parque, y girando a la derecha unos diez metros por el asfalto para cruzar a la izquierda y seguir por otra pista, también flanqueada por su correspondiente puerta. El terreno ya tiende a bajar, y sin ningún esfuerzo llegamos a otro cruce donde nos desviamos a la derecha para subir a otro Mirador, el Pico de la Garita, este está en obras, pero las vistas siguen siendo las mismas. Desde allí está hecha la foto del inicio, y puede contemplarse una perspectiva estupenda de la Sierra: Collado Bermejo, Paredes del Leyva, Rambla de Espuña, La Perdiz,...
Un descansillo, y a terminar la ruta, ahora sí, todo en bajada, primero en camino ancho y el último tramo más estrecho, técnico y divertido, el que nosotros llamamos "las otras mil curvas" (que no son las originales), pero que se parecen, y que te dejan muy cerca del trasvase con los discos de freno al rojo vivo. Por último, otros dos Kms de llano por la carretera del trasvase, y ya estamos en los coches.
Como para optimizar mi preparación para Barcelona me interesaba correr a pie un rato, hago la transición, me cambio de zapatillas, me quito el casco, me coloco la gorra y me bajo corriendo al Jarro del Oro, donde teníamos prevista la comida, ya que la bici va en el coche de Joaquín y él tiene el detalle de colocar los bultos y seguirme después.
En total, casi 55 Kms de calidad, con un desnivel acumulado de 1.100 m, y lo mejor, un estupendo arroz bien acompañado de sus correspondientes cervezas, en el Jarro del Oro...
Cómo me gusta el MTB!!!
Ciao
Sin más participación que la del que suscribe, Joaquín, su hijo JJ y el amigo Herrera (los demás de espantada postferia) nos plantamos, como estaba previsto, a las 9:00, en la Ctra. del trasvase para hacer una ruta clásica por esta querida Sierra, que nos esperaba desde hacía mucho, y que con las lluvias caídas durante la semana, había recobrado todo su esplendor. Un día de lujo para disfrutar del MTB.
Empezamos calentando en llano, por la carretera del trasvase, en dirección a Totana, unos 9 Kms hasta un puente, a la derecha, para iniciar la subida por un tramo inicial de asfalto, que pronto se convierte en pista ancha y que inicia el primer tramo de ascenso. Enseguida se divide, siguiendo el del centro, que luego tiende a la izquierda donde hay que estar atento para torcer a la derecha y cruzar la primera puerta de entrada al Parque. Un tramo duro, pero corto, enseguida el embalse, que se bordea por la izquierda y para delante, otra subida en pista un poco suelta y después de un par de tramos más duros, desvío a la izquierda por la primera senda, un pasillo estrecho flanqueado por matorrales, romeros, etc que hace nuestras delicias haciendo sonar los radios de las ruedas al paso, mientras serpentea con un ligero ascenso que se endurece mínimamente en las curvas de 360º. El terreno perfecto, húmedo, pero sin barro, con la mejor tracción, y así hasta llegar a una de las pistas principales de subida a la Sierra desde Totana, conocido como el Camino de los Algarrobos, que nosotros hacemos hacia abajo (como en la marcha que organizaba el Club de Alhama), saliendo del Parque por otra de las puertas de acceso, hasta la casa Forestal Morti que queda pegada, y a mitad de camino, de la Ctra Totana a la Santa.
Desde allí, a la derecha, por otra senda de subida un poco más exigente que la anterior, creo que se conoce como la subida del Purgatorio, pero que, sabiéndola dosificar, no requiere de plato chico en ningún momento. Calculo que son otros 8 - 10 Kms, hasta un descanso en una casa de campo aislada con huerto, que nos queda de camino y donde siempre hacemos un alto para repostar.
Con la correspondiente barrita energética en el cuerpo, retomamos el camino, siguiendo el sentido que llevábamos, hasta cruzar otra reja que delimita el Parque, y torcer a la derecha, en este caso para seguir una de las pistas que viene de Aledo, y que nos llevará hasta el primer Mirador (en realidad es un puesto de vigilancia, que consiste en una pequeña construcción en alto, blanca, que los días despejados puede distinguirse desde la antigua carretera general, o desde la Autovía, entre Alhama y Totana). Para acceder al camino que nos lleva al mismo, hay que dejar la pista principal y desviarse a la derecha, encontrándonos, enseguida con otro tramo exigente al final, pero con recompensa al esfuerzo, porque las vistas desde allí son extraordinarias. Como tuvimos un día tan despejado y claro, pudimos ver el mar, además de todas las poblaciones de alrededor (Totana, Alhama, Aledo), un lujazo.
Regresamos por el mismo camino hasta la pista, y la seguimos, llegando a uno de los valles de la Sierra, que se bordean en un tramo largo pero semi llano, de tierra rojiza, que nos permite llevar un buen ritmo y trazar las curvas, rápidas, y sin peligro. Bueno, yo tuve que corregir y derrapar con la rueda trasera en un despiste o más bien exceso de confianza, también propiciado por el desgaste de la cubierta.
Sin dejar esa pista en ningún momento, e ignorando los demás cruces, llegamos como estaba previsto, a la carretera que sube desde Alhama al Centro de Interpretación, antes pasando otra reja del Parque, y girando a la derecha unos diez metros por el asfalto para cruzar a la izquierda y seguir por otra pista, también flanqueada por su correspondiente puerta. El terreno ya tiende a bajar, y sin ningún esfuerzo llegamos a otro cruce donde nos desviamos a la derecha para subir a otro Mirador, el Pico de la Garita, este está en obras, pero las vistas siguen siendo las mismas. Desde allí está hecha la foto del inicio, y puede contemplarse una perspectiva estupenda de la Sierra: Collado Bermejo, Paredes del Leyva, Rambla de Espuña, La Perdiz,...
Un descansillo, y a terminar la ruta, ahora sí, todo en bajada, primero en camino ancho y el último tramo más estrecho, técnico y divertido, el que nosotros llamamos "las otras mil curvas" (que no son las originales), pero que se parecen, y que te dejan muy cerca del trasvase con los discos de freno al rojo vivo. Por último, otros dos Kms de llano por la carretera del trasvase, y ya estamos en los coches.
Como para optimizar mi preparación para Barcelona me interesaba correr a pie un rato, hago la transición, me cambio de zapatillas, me quito el casco, me coloco la gorra y me bajo corriendo al Jarro del Oro, donde teníamos prevista la comida, ya que la bici va en el coche de Joaquín y él tiene el detalle de colocar los bultos y seguirme después.
En total, casi 55 Kms de calidad, con un desnivel acumulado de 1.100 m, y lo mejor, un estupendo arroz bien acompañado de sus correspondientes cervezas, en el Jarro del Oro...
Cómo me gusta el MTB!!!
Ciao