Pues sí, la hay. Y puede resultar tan entretenida, gratificante y saludable (o más) que la que precede y te lleva a realizar un Tri de larga distancia.
Es verdad que durante los largos meses que anticipan la participación en una prueba tan exigente, te centras tanto en su preparación que puedes dejar de lado otras actividades y otros intereses, descuidando amigos, familia, etc. Aunque no estoy seguro de conseguirlo, intento que no sea mi caso, y por eso no dejo de hacer durante todo el año lo que de verdad me gusta, salir con la bici de montaña, viajar, ver cine, escuchar música..., buscando que sea compatible y practicarlo con la gente que más me importa. Ni todo en la vida es deporte, ni practicar Ironman es mi religión, y mucho menos un medio de vida. Lo hago porque me gusta y porque me lo paso bien, como tantas otras cosas.
Ahora, sin ningún objetivo en mente, y pensando los que puedan ser en la próxima temporada, me veo mirando el calendario de pruebas y carreras para participar en las que más me atraen, con independencia de si me entorpecen o no la preparación, y sin pensar en marcas que me obliguen a optimizar los entrenos.
Así, y una vez terminada la prueba de Lanzarote, también me había dicho a mí mismo que aparcaría por unas semanas (o meses) lo que menos me atrae de la preparación del IR. En mi caso, la natación. Y sin embargo, hoy mismo me he descubierto haciendo largos en la piscina ¿Para qué? ¿Por qué? Ni yo mismo lo sé... Bueno, quizás si rebusco un poco en mi interior (no es necesario ahondar mucho en mentes poco complejas), encuentro algunas razones. Afán de superación, ser mejor... Y supongo que por esa misma razón, también me estoy planteando ir a la pista de atletismo a hacer series y conseguir algo de velocidad en la carrera a pié. Creo que ya no tengo arreglo, y como me decía un amigo que anda en esta misma línea, "somos raros, muy raros".
El fin de semana ha pasado muy tranquilo, el sábado, con los amigos de LA MOTA, a Calblanque, a reconciliarnos con esos espectaculares paisajes de nuestra Región, que teníamos abandonados desde hacía meses. Menuda mañana nos hizo!! Tan buena como el caldero que nos tomamos después en el Restaurante Cala Flores.
En la anterior, el blogger, en la playa, con el Cabezo de la Fuente al fondo. Abajo, los compas, disfrutando de la luz, del mar, del cielo, y del aire que nos ofrecía Calblanque el sábado.
En esta otra, con una perspectiva imponente de las playas de Calblanque, desde la base del Cabezo.
Y el domingo, con Riqui, y los compis del Mandarache, al 10 K Ciudad de Murcia, aunque nosotros nos decantábamos por la versión resumida de los 5 K. Riqui por incompatibilidad de horario con sus compromisos de Comuniones, y yo porque había pensado que era todavía pronto para castigar las piernas. La salida se demoró media hora, generando cierta inquietud y nerviosismo entre los participantes, que ya estamos acostumbrados a que la puntualidad sea la norma en estas pruebas.
Con todo y con eso, muy contento, me salió en 20:21, el 22º de la General, y el 5º de la Categoría. Riqui solo un minuto después, el 7º de la suya.
Fue un placer compartir con todos los amigos del Club (en la foto superior con Javi Hervás un bastión del Mandarache), y con otros que no lo son, como Fran del Madelsur, Juan de Dios y Pepe, Miguel (canario), y Miguel (otro veterano amigo del tri que sigue el blog y que me saludó muy amable), entre otros.
El sábado que viene a la Media de Montaña de Calasparra, con Riqui, Eli y mi hermano Feli, a ver que tal nos va. Ya os cuento.
Ciao