Recuperado sin problemas de la Jungfrau, tocaba retomar los entrenos con calma, la vuelta a mi "querida" piscina, y la participación, tranquila, en las carreras.
Así las cosas, el sábado, con Félix, nos hicimos un recorrido bien chulo con la gordi, explorando territorios de nuestra zona que no conocíamos, adentrándonos en una senda que discurre paralela a la rambla del Puerto de la Cadena, y que se inicia en los túneles que pasan por debajo, a la altura de la caseta de los civiles. Lo pasamos estupendamente, los dos, subiendo tranquilos, y haciendo unas bajaditas bien chulas, de esas que nos gustan, jugándonos los bigotes en algún tramo.
Aquí están las fotos del día, con Félix en una de las pocetas de la rambla, y el menda lerenda al final de la etapa, con cara de mucho disgusto por el mal rato pasado...
El domingo, estaba previsto Nonduermas, y para seguir con el guión que tengo escrito para este inicio de temporada, tranquilidad, así es que lo mejor, acompañar a Riqui y dejarlo en meta en un tiempo bueno, así nos salio el 10.600 en 47:35, que no está nada mal. La verdad es que no había ido nunca a esta carrera, y ahora entiendo el buen nombre y aceptación que han adquirido. El club de la Ermita de Burgos se lo curra de lo lindo, y la población se vuelca con el evento. Todo perfecto, no se puede decir más.
Nos desplazamos a Nonduermas con José Manuel, Antonio y Riqui. También me acompañó Elena, que no corrió pero que ya está animada para debutar muy pronto, probablemente en el 5.000 de Artillería.
Allí nos dimos cita, además, con el resto de compas del Mandarache -creo que éramos más de 25-, y pasamos una mañana de buen calor humano y atmosférico, el último se dejó notar especialmente, sobre todo a los menos adaptados a los calores, que no es mi caso, que me hace sentir mejor (es lo que tenemos los "dimonios-lagartijos").
El lunes, a donar sangre en el Centro de Hemodonación de Murcia, que ya me tocaba, y me vais a perdonar que haga un llamamiento para que os animéis vosotros también a hacerlo. Ya se que para un deportista la sangre es muy importante, y un déficit no ayuda nada en el rendimiento, pero yo siempre encuentro un momento a lo largo de la temporada para hacer este pequeño gesto, y no me perjudica lo más mínimo. Me obligo a descansar unos días. De hecho, después de la extracción me siento bien, muy bien, casi como si me metiera un chute de endorfinas de esas que te caen después de una buena carrera. Será egoísmo, pero la sangre hace mucha falta, cada vez es menor la gente que está dispuesta a donar y mayores las necesidades. Y digo yo, quién mejor que nosotros, que nos cuidamos y hacemos vida sana, para pasarnos de vez en cuando por allí. Además, pienso que somos verdaderamente afortunados, tenemos salud, hacemos lo que nos gusta, con cierto sacrificio claro, pero lo hacemos porque queremos, así es que no sé porqué no somos capaces de hacer un esfuerzo y dar un poco de lo que nos sobra, para aquellos que lo necesitan. Animo para los que no os lo habíais planteado, os lo agradecerán de todo corazón.
El finde se presenta tranquilo, sábado bici y domingo a hacer fotos al Duatlón Cross de Santa Pola.
Ciao
